jueves, 14 de junio de 2012

Explicitus 4


                                                              
Por esa época fue alquilada, como segunda residencia, a una pareja de jubilados que solían pasar en ella varios meses al año, evitando los más crudos del invierno, para lo cual se negoció con ellos la realización de algunas mejoras, tales como el añadido de un pequeño lavabo que evitara los desplazamientos a la antigua letrina, situada en la cuadra, cada vez que uno tuviera que atender sus necesidades fisiológicas. Se ocuparon así mismo de contratar una línea telefónica, lo que supuso la instalación de varios postes para el tendido de un cable hasta la conexión más próxima situada a unos 300m. de la casa.
Se tanteó igualmente la posibilidad  de conectarse a la red eléctrica, pero el propietario de la finca colindante (el mismo que permitió los postes de teléfono) se negó a permitir el paso de la línea eléctrica por su terreno, alegando discrepancias con la compañía, lo que, en la práctica, suponía fastidiar al vecino (o sea, a nosotros) como revancha contra  dicha compañía.
Un luminoso razonamiento…!! Que a nosotros nos dejaba a oscuras!!!


Los inquilinos, no obstante, con la ayuda de algún familiar, se las apañaron para improvisar una mínima instalación eléctrica alimentada por baterías.
A ellos se debe también la eliminación de los antiguos fogones de carbón de la cocina el repintado de las puertas de las habitaciones, la substitución de la antigua puerta acristalada de la entrada o el rudimentario pavimento del aterrazamiento que da acceso a la casa.
Todo ello en condiciones bastante precarias, que no supusieron ninguna mejora sustancial para la vivienda, sin embargo evitaron un mayor deterioro.
A todo ello mi tío seguía ocupándose del cultivo del terreno, cosechando todos los años  patatas y judías para su consumo familiar; lo que implicaba el constante mantenimiento y desbroce de toda la finca.
Duró este arrendamiento unos cinco años hasta que, a mi regreso de la mili, mi hermano y yo pensamos en hacernos cargo de la casa.

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(English)
 
4
At that time it was rented as a second residence, a retired couple who used to spend on it several months a year, avoiding the coldest of winter, which was negotiated with them the realization of some improvements, such as the addition of a small sink to avoid trips to the old outhouse, located in the block, every time you have to meet their physiological needs. They worked very well hire a toll, which was the installation of various posts for the laying of a cable connection to the nearest located about 300m. of the house.
It also probed the possibility of connecting to the mains, but the owner of the property adjacent (same as telephone poles allowed) refused to allow the passage of the electric line for his land, saying disagreements with the company, that, in practice, meant to spite the neighbor (that means, us) as revenge against the company.
A luminous reasoning...! That left us in the dark!

Tenants, however, with the help of a relative, they managed to cobble together a low battery-powered electric system.
They should also be removing the old coal stove in the kitchen refinishing the doors of the rooms, the replacement of the old glass door entry or rudimentary terracing pavement giving access to the house.
All in very precarious conditions, this did not involve any substantial improvements to housing, but prevented further deterioration.
To all this, my uncle was seized of land cultivation, harvesting every year potatoes and beans for household consumption, which meant the constant maintenance and clearing of the whole farm.
This lease lasted about five years until, on my return from the military, my brother and I think take care of the house.

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